El Barça necesita pasar página en cuanto a su situación societaria se refiere. La detención de su ex-presidente daña injustamente a la institución.
Nuevo capítulo en el cúmulo de despropósitos que se amontonan en Camp Barça. Bartomeu ha sido detenido en el marco de la operación Barçagate. Lo más impactante de todo, es que la jueza ve indicios de delito en las actuaciones de la junta directiva.
Todo esto llega por la denuncia de una campaña de desprestigio a través de una empresa de Social Media, impulsada por los directivos del Barça, contra todo aquél que no estuviese alineado con ellos, jugadores incluidos.
Que haya indicios dice mucho. Se podrán cuestionar políticas, decisiones, aciertos y errores de las personas ejerciendo responsabilidades. Quizá dejar irse a Suárez fue un error o no. Quizá no dejar irse a Messi fue un acierto o un despropósito. Creo que se ha sido algo injusto en la desmedida crítica a la anterior junta directiva por las decisiones deportivas. Pero, de confirmarse la campaña de desprestigio, se confirmaría una actividad delictiva, esto sí que sería algo infame impropio de alguien que dirige una institución como el FC Barcelona.